Hidrología en Suprema Corte . 67491 . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . 8 . 9 . 10 . 11 . 12 . 13 . 14 . 15 . 16 . 17 . . 69518, 519, 520 . 18 . 19 . 20 . 21 . 22 . 23 . 24 . 25 . 26 . 27 . . 70751 . 28 . 29 . 30 . 31 . 32 . 33 . 34 . 35 . 36 . 37 . 38 . 39 . 40 . 41 . 42 . 43 . 44 . 45 . 46 . 47 . 48 . . 71368 . 50 . 51 . 52 . 53 . 54 . . 71413 . 55 . 56 . 57 . 58 . 59 60 . . 71445 . 55 . 56 . 57 . 58 . 59 . . 71516 . 60 . 61 . 62 . 63 . 64 . 65 . . 71520 . 66 . 67 . 68 . 69 . 70 . . 71521 . 71 . 72 . 73 . 74 . 75 . . 71542 . 76 . 77 . 78 . . 71614 . 79 . 80 . 81 . . 71615 . 82 . 83 . 84 . 85 . 86 . . 71616 . 87 . 88 . 89 . 90 . 91 . . 71617 . 92 . 93 . 94 . 95 . 96 . . 71618 . 97 . 98 . 99 . . 71619 . 100 . 101 . 102 . . 71413 . 103 . 104 . 105 . 106 . 107 . . 71743 . 108 . 109 . 110 . . 71808 . 111 . 112 . 113 . 114 . 115 . . 71848 . 116 . 117 . 118 . 119 . 120 . . 71857 . 121 . 122 . 123 . 124 . 125 . . 71908 . 126 . 127 . 128 . 129 . 130 . 131 . . 71951 . 132 . 133 . 134 . 135 . . 71936 . 136 . 137 . 138 . 139 . 140 . . 72048 . 141 . 142 . 143 . 144 . 145 . . 72049 . 146 . 147 . 148 . 149 . 150 . . 72089 . 151 . 152 . 153 . 154 . 155 . 156 . . 72404 . 157 . 158 . 159 . 160 . . 72405 . 161 . 162 . 163 . 164 . . 72406 . 165 . 166 . 167 . 168 . 169 . . 72512 . 170 . 171 . 172 . 173 . 174 . 175 . 176 . 177 . 178 . 179 . 180 . 181 . 182 . 183 . 184 . 185 . . 72592 . 186 . 187 . 188 . 189 . 190 . . 72832 . 191 . 192 . 193 . 194 . 195 . . 72994 . 196 . 197 . 198 . 199 . 200 . . 73038 . 201 . 202 . 203 . 204 . 205 . . 73114 . 206 . 207 . 208 . 209 . 210 . . 73147 . 211. 212 . 213 . 214 . 215 . . 73406 . 216 . 217 . 218 . 219 , 220 . 45090 CABA . 221 . 222 . 223. 224 . 225 . 226 . 227 . 228. 229 . 230 . . 45232 CABA . 231 . 232 . 233 . 234 . 235 . 236 . 237 . 238 . 239 . 240 . 16191 CABA . 241 . 242 . 243 . 244 .245 . . CCF4817 . 246 . 247 . 248 . 249 . 250 . . CSJN . 251 . 252 . 253 . 254 . 255 . 256 . 257 . 258 . 259 . 260 . 261 . 262 . 262 . 264 . 265 . . 35889 patrimonios rurales 266 . 267 . 268 . 269 . 270 . 271 . 272 . 273 . 274 . 275 . 276 . 277 . 278 . 279 . 280 . . hidrolinea . . código 1 . 2 . . cartadoc fiscalFed . . cartadoc JuzgFed . . Cartadoc Scioli . . Cartadoc Massa . . acceso al habitat . . nuevo paradigma 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . . esacasoelagua . . interlocucion 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . 7 . . . dragados . . tolosa 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . Ley 25688 . 1 . 2 . . discurso . . Ley particular . . decreto1069 . . ocsa . . dominios públicos . 1 . 2 . 3 . 4 . 5 . 6 . . index .

Causa I 71936

DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD

Excelentísima Suprema Corte de Justicia de la Provincia:

Francisco Javier de AMORRORTU, por mi propio derecho, constituyendo domicilio legal en calle 48, N° 877, 3er piso, Ofic. 308 Casillero 1647 de La Plata, conjuntamente con mi letrado patrocinante Ignacio Sancho ARABEHETY, CALP T 40 F 240, Leg. Prev. 45779/0, IVA Responsable Inscripto, a V.E. me presento y con respeto digo:

 

Pro-logos

El que solicita por justicia antes ha trabajado 15 años en asistencia al develamiento de esta verdad. Y es en función de integridad que lo divino del Amor vincular le fue regalando este develar.

Probado que nunca hube perseguido en estas causas algo personal, no ha ido por un poder esta verdad; sino tras un ver y un dar constituídos en el trabajar.

Este develar no cesa de generar una enorme tarea a repartir; que al tiempo de trascender todas las metas, también me ayuda a sentir las dificultades de sus accesos y el oportuno valor de sembrar esas tareas en la seriedad judicial; que nada tiene que perder en comparación a los mercaderes en compromisos con suelos de fragilidad extrema, y mucho más y muy en especial, con el abismo que implican estos cambios de paradigma para la ciencia y sus academias.

Han sido este develamiento y este animus, como un continuo fluvial que se han regalado en cascada y así también en felicidad.

 

I . Objeto

Trabajar gratis, -esto es: por Gracia-, no es fruto de racionalidad cartesiana, sino de ánimo. Trabajar no en fallar, ni en especular, sino en fundar develamientos para asistir mejor reconocimiento judicial alrededor de observables “verdades” científicas, administrativas, legislativas y judiciales, cuyas incongruencias destinales caben en esta demanda ser identificadas a partir de la definición regalada en el glosario de la ley 11723 al concepto de “ecosistema”, chocando con las definiciones de otras voces que en el mismo glosario la acompañan: cuenca hídrica superficial. recurso hídrico, recurso natural, restaurar y sistemas hidráulicos en el inc b del art 39º de la ley 11723, cuyas declaraciones de inconstitucionalidad a V.E. solicito.

 

II . Descendencias

Estas incongruencias reconocen descendencias en las más pretenciosas que ya carga el posteriormente nacido Principio de cooperación del Art 4º de la ley 25675: Los recursos naturales y los sistemas ecológicos compartidos serán utilizados en forma equitativa y racional. El tratamiento y mitigación de las emergencias ambientales de efectos transfronterizos serán desarrollados en forma conjunta.

El racionalismo extendido que ya anticipa “emergencias” en esta definición, está bordado en la conciencia gravosa que carga quien hundió en su bolsillo a estas dos expresiones: recursos naturales y sistemas ecológicos.

Si los hubiera mentado como recursos de Natura apropiados por el hombre y sistemas de mercado, cualquier cosa que dijera en más, sería coherente con los enunciados implícitos en sus pilares de entrada.

Pero, cómo congeniar tan soberanos enredos que ya el Glosario de la ley 11723 nos descubre anticipados, con el inesperado regalo de la bella definición que sigue –años luz por encima de postulados newtonianos-cartesianos, que mucho me gustaría saber cómo llegó este enunciado aquí:

ECOSISTEMA: Sistema relativamente estable en el tiempo y termodiná micamente abierto en cuanto a la entrada y salida de sustancias y energía. Este sistema tiene una entrada: energía solar…

¿Cómo habrían, juntos o separados, un legislador, un juez, un técnico en enredos, cien científicos, un pastor evangélico, un mercader de suelos o un banquero, para armonizar en forma equitativa y racional el tratamiento y mitigación de las emergencias ambientales de efectos transfronterizos, si nunca la ciencia alcanzó a salir de la sombra de Newton, cuyos principios matemáticos jamás se prepararon para lidiar con sistemas termodinámicamente abiertos?

Materia y energía en Newton van por separado y en adición, ambas en esferas cerradas para ser fácilmente conquistadas y así generar comportamientos ciegos de poder que sobre nuestra civilización ya han con holgura cabalgado.

La Fusis en Natura, el florecer en Natura, nunca ha necesitado de los auxilios herramentales de Newton. La comprensión de sus recursos mediada por espíritu, resulta extraordinaria cuando sin parte de razón alguna da golpe fenomenal a nuestros sentidos, mostrando materia y energía en relación riquísima, que asombra al sólo rozar por azar el cosmos de cualquier burbuja cognitiva.

Así por contraste, tras la lectura de la definición de ecosistema, el Principio de cooperación del art 4º de la ley 25675 se me descubre enredado en pretensiones que bien reconocen centenarios desajustes en las relaciones de Natura y el hombre. El PISA del MR es un ejemplo acabado de estos bien ganados enredos, superando con creces “lo racional del tratamiento y mitigación de las emergencias ambientales de efectos transfronterizos”.

Recuerdo, para poner en escala esta supuesta “racionalidad discursiva”, que tras haber gastado en un sólo año el equivalente a todo lo invertido por la CABA en este mismo 2011 en educación, el ACUMAR después de 6 años confiesa no saber cómo identificar el pasivo ambiental descripto en el PISA MR.

Y no precisamente por falta de científicos, ni de presupuestos, ni de apoyo jurisprudencial y político cortesano, sino porque lo racional y lo transfronterizo, van tomados de ambas manos por el hombre que se imagina soberano. Con una mano arruina, con la otra redacta leyes y pide reparación y justicia. Su mirada seria no es compatible con el asombro al que acceden burros y no pocos niños.

Si la libertad humana invitada a hacerse cargo de sus responsabilidades familiares ha movido a prestigiosos juristas a proponer alivio a interminables tareas judiciales que no han conseguido modificar el rumbo que algunos hubieran deseado para ambas instituciones: familia y justicia; ¿qué modificaciones al Código Civil resolverían o sincerarían la impotencia judicial para enfrentar tantas malversadas ilusiones ambientales ya patentes en legislaciones y administraciones, sin necesidad de mentar interminables criminales violaciones?

Una mínima respuesta está a la vista, y obligada a mirar por cosmovisiones.

Durante siglos han distraído la atención tapando agujeros con extrapolaciones matemáticas que ya cuentan con las disculpas de Newton, que intuyó estas falsedades, pero no pudo por el propio peso de su fama dar un sólo minúsculo paso atrás para sincerar lo que ya advertía del carácter “animado y vinculador” que trasciende de las energías que envuelven y penetran la materia, con una libertad y compromiso que ninguna ecuación hasta ahora logró descifrar.

 

III . Desvíos esenciales, axiológicos y fácticos, que tanto localizamos en estas posteriores presunciones de la ley 25675, como en errores en el glosario de la ley 11723, como en ausencias e imprecisiones de criterios operativos respecto de la ley 25675, cuyos presupuestos mínimos solicitan obligada atención; y cuyos rigores excusados en oportunidad de reglamentar la ley 11723 por dec 4371/95, ya cabe después de 17 años comenzar a sincerar: cómo imponer una responsabilidad al Estado Provincial y a los municipios por las acciones u omisiones en que incurran respecto de las obligaciones de fiscalización de las acciones antrópicas que puedan producir un menoscabo al ambiente, determinándoles un marco de condiciones objetivas y específicas que todo presupuesto de responsabilidad debe tener. Ver dec regl 4371/95

Si después de 17 años estos marcos de condiciones objetivas y específicas que todo presupuesto de responsabilidad deben tener, no se hicieran presentes o fueran observables, ya es oportunidad para buscarlos en algún lado y a eso va estas causas en SCJPBA sobre temas de hidrogeología e hidrología urbana.

De igual modo resulta observable que si el plazo de 30 días que previó el art 18 para que la Autoridad Ambiental pudiera responder todas las observaciones que hayan sido formuladas en la audiencia pública había sido observado, algún plazo mínimo corresponde que después de 17 años sea señalado.

Si las estructuras administrativas de entonces no alcanzaban para cumplir con dicha imposición en el término indicado, tampoco alcanza la Vida de los ciudadanos para pedir durante 13 años por el corrimiento de un alambrado; o durante 3 años el pedido de vistas de resoluciones administrativas con compromisos ambientales; o de 16 años para pedir por el cumplimiento del art 59 de la ley 8912, y por iguales términos de tiempo respecto de los art 6º, ley 6253, 4º del dec regl 11368/61 y 5º de la ley 6254; sin olvidar el art 4º del dec 11368/61 y el art 101 de los dec 1359/79 y 1549/83.

O de 32 años para probar que no he trabajado para ganar un centavo, sino para cuidar un legado de más de 300 años, que por los sobrevalúos de 6000 veces bien parece que aprecian los mercados. ¿Estará S.E. el Dr Soria mejor preparado que el Juez Servín para mirar por la ley 10702 y estos patrimonios?

Ver http://www.pilarsinplan.com.ar/memrural.html

Ver http://www.amoralhuerto.com.ar/legitimacion.html

Y tampoco nos alcanza la Vida para señalar la necesidad de aplicar los criterios de los art 2577 y 2572 del CC con sus imprescindibles soportes hidrológicos.

Y tampoco alcanza la Vida de un ciudadano para pedir que devuelvan a la hidrología el primer lugar que le corresponde en las legislaciones sobre aguas.

Y tampoco alcanza la Vida de toda una cultura, ya no de un individuo, si el ejecutivo, marchando como un cangrejo, elimina la palabra “hidrología” de todas las reglamentaciones de la ley 12257. Ver causas 69518, 519 y 520.

Cabe destacar que esta observación no enerva el derecho de los particulares, desde que los mismos pueden encauzar sus presentaciones en el marco de las normas que rigen el procedimiento administrativo. Ver dec 4371/95, regl ley 11723

Cabe destacar que estas observaciones enervan los derechos de cualquier mortal que ve lucir en tribunales de primera instancia y en Cámara de Apelaciones la más completa orfandad para tratar temas ambientales.

Y para probar que razones no le faltan a los jueces para desatender sus presuntas responsabilidades, es que miramos por las definiciones que en el glosario de la ley 11723 nos indican qué es lo que está muy mal expresado o peor definido, de manera de clarificar tan comunes reducciones de verdad, a tantos absurdos administrativos, legislativos, judiciales y científicos.

 

IV . Despertando a energías, para sensibilizar

El 30 % de la energía solar que llega se va con la reflexión directa, el 47% se convierte directamente en calor, y el 23% hace que funcione la maquinaria de las distintas corrientes fluidas y el 0,023 % interviene en la fotosíntesis.

La radiación de onda larga 760-3000 nm o infrarroja IR es percibida como calor por los vertebrados, llevan poca energía y aceleran reacciones químicas de forma inespecífica

La atmósfera actúa como microcosmos, como un sistema cerrado para la materia pero abierto para la energía. Así hay un ciclo de nutrientes y otro de energía.

Las zonas húmedas tienden a no perder calor: GRADIENTE ADIABÁTICO.

El suelo absorbe 22 unidades por radiación directa y 25 por radiación difusa, otras 22 se quedan en la troposfera y 3 en la estratosfera y se devuelven 28.

En condiciones favorables, sólo 3/4 partes de la radiación que llega a las partes altas de la atmósfera llega al nivel del mar.

La energía endostomática es la necesaria para el metabolismo, en el caso del hombre equivale a una bombilla de 120 W.

En los ecosistemas acuáticos se precisa energía para devolver a la superficie iluminada los nutrientes que tienden a perderse en profundidad. “Blooming” que sólo apunta a la dinámica vertical. Apuntamos a esos mismos flujos pero, mirando por su adicional traslación horizontal en función de un gradiente térmico.

La imagen que sigue muestra en el otoño tardío, esas floraciones en el Atlántico Sur, al tiempo que también nos apunta sus desplazamientos horizontales

Los ríos proporcionan agua, transporte y un medio de deposición de resíduos. La superficie total que ocupan es pequeña pero son los ecosistemas más intensamente usados por el hombre

Las características del río cambian desde su nacimiento hasta su desembocadura debido a que su tamaño y volumen de agua aumentan y porque cambia el metabolismo de la comunidad, la composición de especies y la diversidad de especies. Esta secuencia de cambios se llama “contínuo fluvial”.

Olvida mencionar: a los esteros, bañados, meandros dinámicos, costas blandas, bordes lábiles, (la imagen que sigue muestra la salida del río Negro, Argentina)

y en especial, a la pendiente como variable fundamental en las energías que pasan de gravitacionales a convectivas, con inclusión de mixtas y disociadas. Estas que señalo son mucho más importantes que las especies que viven en él y de él. Ellas son el verdadero “contínuo fluvial”, sin las cuales ningún curso de llanura vería mover sus aguas en horizontal.

Casi todos los grandes ríos están saturados por los resíduos que emiten las aglomeraciones de su ribera debido a su uso como alcantarillas gratuitas. Es difícil hallar un río en estado natural sea su tamaño el que sea.

¿Qué son los “Servicios de los Ecosistemas? a veces también llamados Servicios de la Naturaleza.¿Por qué el subtítulo aclara “ecosistemas naturales”? ¿Existe otro tipo de ecosistemas? ¡Váya si existe! Mirando por el “principio de cooperación” mentado en el art 4º de la ley 25675, pretendiendo armonizar a dos demonios vestidos de santos, que da lo mismo si se llaman “recursos naturales” y “sistemas ecológicos”, pues atienden al mismo señor que les pone vestidos blancos para tapar sus originales pecados; y reparte ilusiones por el futuro de nuestros nietos, para no mirar el presente bien abismado.

Comparando la hipótesis de la deriva continental no deja de resultar llamativo el hecho que objetos tan poco numerosos como los continentes hayan sido estudiados a través de métodos del análisis matemático, en tanto que otras geoformas, mucho más numerosas, como lo son las pendientes por ejemplo, mucho más idóneas para ser sometidas a un tratamiento estadístico, hayan sido dejadas de lado. No lo hacen porque se hubieran abismado de la cuenta fábulada extrapolada de la manzana de Newton aplicada a planicies extremas.

Las fuentes de calor que dan al suelo las calorías que en él se acumulan son:

- el flujo de calor interno, proveniente del globo terrestre; muy débil, del orden de 47 calorías-gramo por cm2 y por año, que es capaz exactamente de fundir 1 centímetro de espesor de hielo. Se explica que los pergelisoles residuales sólo funden muy lentamente por su base.

- el flujo de calor externo, proporcionado esencialmente por la energía solar, que es, término medio 5.000 veces más fuerte.

 

V . De un “Cambio de paradigma” por Ana María Llamazares

El concepto de paradigma implica una crítica basal a las concepciones clásicas de objetividad y verdad, en tanto el conocimiento científico adquiere un lugar más terrenal entre el conjunto los saberes, cobra historicidad, se hace patrimonio relativo de los sujetos: y no de sujetos libres e indeterminados, sino de sujetos inmersos en cierta clase particular de redes sociales llamadas comunidades científicas.

Si bien Kuhn intentó acotar el dominio de los paradigmas al ámbito científico, por alguna razón se difundió una versión más laxa y al mismo tiempo más amplia de lo que cubre el marco paradigmático. En algún sentido, un marco conceptual compartido y dominante en el seno de una sociedad en una época determinada, se aproxima a las "weltanschauungen que proponen ciertas tradiciones filosóficas. Y es esta versión ampliada del término “paradigma", la que quisiéramos rescatar aquí a los efectos de la argumentación que proponemos.

El universo newtoniano, explicado sólo sobre la base de partículas sólidas de materia en movimiento mecánico regido por leyes universales e inmutables, realizó así el sueño cartesiano del Mundo máquina, instalando a partir de entonces la metáfora que ha impresionado fuertemente el pensamiento occidental: el mecanicismo corpuscularista.

Todo, incluida la Naturaleza por supuesto, los animales, los hombres, las sociedades, la cultura, se visualiza como máquinas en funcionamiento, compuestas por partes articuladas, descomponibles, cuyo comportamiento puede ser descrito, previsto, controlable. La visión corpuscular, enraizada en la tradición atomista, se liga así a la prescripción del método analítico como el camino de sucesivas “divisiones” que asegura la llegada a las unidades básicas y elementales constitutivas del Universo, de la Materia, de la Vida.

Al lograr una explicación única y elemental del movimiento universal, Newton introduce el principio de la simplicidad. Esto llegó a constituir para la ciencia algo así como un ideal estético: entre dos teorías rivales siempre será preferible, la más simple; a la par que un valor ético: lo simple es mejor que lo complejo.

El principio de simplicidad fue la base de otra operación altamente valorada en el paradigma científico: el reduccionismo. La ‘verdadera’ explicación de un fenómeno se encuentra siempre en los niveles más básicos.

Así, siguiendo un modelo estratigráfico de la realidad, lo social se explica por reducción a los fundamentos biológicos de la conducta; lo biológico por los procesos químicos que regulan el funcionamiento orgánico y aquéllos, por las leyes físicas que operan en todos los niveles.

El tiempo newtoniano es un flujo constante, regular y lineal. Los acontecimientos se regulan determinísticamente por cadenas de causas y efectos.

Descartes además de la metáfora mecanicista, aporta a este modelo la separación entre dos tipos de sustancias: la material (res extensa) y la espiritual (res cogitans), que será la verdadera piedra basal de la epistemología de la ‘objetividad’. Sujeto y objeto de conocimiento serán ahora dos entidades independientes y enfrentadas. El mundo objetivo es externo al observador; el proceso de observación y conocimiento no lo modifican.

La razón es el instrumento por excelencia que el hombre dispone para descubrir los secretos de la naturaleza. Pero el hombre, que hasta entonces se había sentido y concebido como parte del orden natural, será ahora conquistador de ese Edén, sin necesidad aparente de mirar por ese orden natural; sino el propio. En adición, esta dicotomía mente/cuerpo y su concomitante sujeto/objeto es la que permite articular el paradigma científico con la aspiración baconiana “saber es poder”.

El propósito de la ciencia moderna ya no será comprender la Naturaleza para armonizarse con ella; su proyecto es ahora instrumental y concreto: conocer la naturaleza como llave para dominarla, someterla y arrancarle sus secretos aunque sea por la fuerza. El paso previo imprescindible fue separarse de ella y ubicarse en un lugar de superioridad.

Es interesante ver cómo al constituirse el paradigma moderno se produce el casamiento entre las dos tradiciones filosóficas que en primera instancia parecían oponentes irreconciliables: el empirismo y el racionalismo. La convergencia que Newton encarna, como máximo exponente, entre observación, experimentación y racionalización matemática dirigidas hacia el dominio y control de la materia, tal vez haya sido la gran palanca de la Modernidad; una unión de consecuencias notables e imprevisibles, de las cuales aun no hemos terminado de percatarnos.

La causalidad lineal del modelo newtoniano -expresión casi suprema del principio de simplicidad- encuentra su mejor reflejo en la metáfora del crecimiento y progreso acumulativo e indefinido, en la visión que identifica al desarrollo con la tendencia hacia el máximo de producción y consumo.

No es difícil advertir la relación de estos rasgos del paradigma cartesiano newtoniano con la configuración del mundo contemporáneo y sus líneas de fractura. Pero quisiera enfatizar la repercusión desquiciante que produjo la separación cartesiana entre materia y espíritu. El carácter de esta oposición, que en lugar de diferenciar aspectos complementariamente relacionados los enfrentó como adversarios antagónicos, marcó el estilo propio del conocimiento occidental: el análisis dicotómico que segrega, aísla, contrapone y distancia.

Así una serie de otras oposiciones se encadenaron detrás de aquella dicotomía primordial entre mente y materia, entre sujeto y objeto, señalando como campos irreconciliables a lo racional y lo emocional, lo teórico y lo empírico, lo intelectual y lo concreto, la ciencia y el arte, lo masculino y lo femenino.

Pero la oposición no quedó en un enfrentamiento. Al imponerse finalmente el paradigma científico por sobre otras tradiciones cognitivas, la oposición tuvo el carácter de una contienda cuyo resultado fue la supremacía de un término sobre el otro.

La condición del triunfo fue la represión, cuando no la anulación; su costo, la instauración de una conciencia alienada en la fragmentación, la subordinación de los aspectos vencidos y, junto con ellos, la pérdida de armonía.

Durante el siglo XIX el paradigma cartesiano–newtoniano sufre los primeros síntomas de la crisis. Desde diversos frentes se pone seriamente en cuestión la visión mecanicista y se señalan sus limitaciones para abordar ciertos problemas: a) en la Óptica la Teoría Ondulatoria de la luz reemplaza a la Teoría Corpuscular, b) se desarrolla la Teoría del Electromagnetismo y el concepto de "campo de fuerza”, c) aparece la Termodinámica que introduce dos conceptos cruciales: entropía- y “flecha del tiempo" (Aún así, de sistemas adiabáticos cerrados que nada tienen que ver con las fenomenologías de enlaces entre sistemas abiertos que aquí apunto); d) la Geología y el principio de la "estratificación" plantean el problema de la edad de la Tierra; e) la Teoría de la Evolución de las Especies revoluciona la concepción sobre el origen de la vida y la antigüedad de la especie humana, e inaugura otro tema acuciante: el cambio, la transformación, tanto de la vida como de la cultura.

El verdadero remezón se produce en el propio corazón del paradigma: la física.

La Teoría de la Relatividad primero y más tarde la Cuántica subvierten todos los pilares de la concepción clásica sobre el espacio, el tiempo, el movimiento y básicamente, la estructura de la materia. De la imagen del mundo atómico sólido, estable y regular se pasa a una visión de un mundo relativo, paradojal, incierto, indeterminable, escurridizo.

Diferentes descripciones resultan ser válidas para explicar el mismo fenómeno, el comportamiento de las partículas subatómicas no resulta independiente de la participación del observador en el proceso de observación: todo parece indicar que la ‘objetividad materialista’ fue sólo una ilusión, un sueño de poder.

El cuestionamiento de la objetividad física implicó de manera indeclinable, la reintroducción del sujeto en el proceso de conocimiento, la ruptura del dualismo. Por su parte, los desarrollos de la neurofisiología mostraron la participación del observador en el proceso de observación, sentando las bases fisiológicas de la epistemología constructivista.

Concomitantemente, el siglo XX asiste a la apertura de un campo de reflexión que intersectará todos los saberes: el lenguaje, la comunicación, la semiosis, la generación de sentidos y significación. El lenguaje ya no será -como muchos intentaron vanamente demostrar- el instrumento mediador entre el hombre y la realidad, la llave unívoca para dar cuenta del mundo, la cerradura de una sola combinación. El lenguaje será red de virtualidades; la caótica y regulada sopa donde nos constituimos como humanos; nuestra restricción y al mismo tiempo nuestra infinita posibilidad, aquello que todo lo impregna y lo construye. El reconocimiento de su omnipresencia ficcional y discursiva, es uno de los ya casi indiscutibles aportes de nuestro tiempo.

Si newtoniano fue el paradigma de la simplicidad y el orden, desde mediados del siglo XX los problemas acuciantes son por lo contrario, la complejidad y el caos.

Por un lado, la tendencia sostenida del mundo contemporáneo es hacia una globalización de interdependencias cada vez más intrincadas y nutridas.

Pero el surgimiento" de la complejidad como problema no es sólo el resultado de la complejización de las interacciones en el mundo, sino también una distinta priorización en nuestra percepción.

Quedó claro que con la metáfora atomística la mera adición de las partes no permitía comprender el todo. Tampoco es necesario comprender el todo; basta intuirlo y paso a paso tener la fortuna de descubrir los “enlaces” entre energía y materia; los intra del sistema”; así como, los inter, entre “sistemas”. FJA

Desde diversos campos se comenzó a buscar modelos que permitieran más adecuadamente lidiar con la interacción, la multicausalidad, el cambio, la autorregulación y las organizaciones complejas. Especialmente desde la biología, la necesidad de abordar a los organismos como totalidades, estables, más allá de su permanente renovación.

Biología será el día que mire por los enlaces presentes en el Bi-os. Que para arribar a un ol-os hay que empezar paso a paso por las relaciones del par Bi-os. A las funciones olárquicas u olísticas no se llega de un salto, sino acariciando los enlaces entre dos seres, entre dos materias animadas, envueltas en energía y compartiendo esas energías. Allí estamos más cerca de mirar por la Vida. FJA

Muchos de los dominios explicativos del paradigma newtoniano han sufrido crisis importantísimas y fueron reemplazados por otras teorías, pero eso no implicó su definitivo certificado de defunción. En un sentido amplio, que trasciende las fronteras del mundo científico, la visión del mundo y el sistema de valores que sustentan el paradigma newtoniano, conservan una difundida vigencia. Las nuevas metáforas producidas por la ciencia de este siglo no han logrado aún impregnar el pensamiento cotidiano de la misma manera.

Más allá de que para algunos el de hoy pueda constituir un estadio “pre-paradigmático", es decir, la etapa incipiente en que todavía no ha tomado cuerpo unificado un nuevo paradigma, todo parece indicar que el signo de los nuevos tiempos es justamente la coexistencia en la diversidad.

Ana María Llamazares

 

VI . De la Fenomenología* termodinámica estuarial, que siempre agradezco a Alflora Montiel Vivero.

Una definición en extremo simple apuntaría a un desarrollo notable; a un estado o proceso, primero advertido o sorprendido a través de los sentidos, antes que por vía de intuición o razonamiento.

En fenomenología, la expresión “fenómeno eurístico” es claro pleonasmo apuntando a los sentidos como primeras herramientas en su percepción; a las que seguirán la intuición y el trabajo deductivo buscando imágenes y palabras para constituir transmisión.

Cada despertar eurístico deja abierta una puerta al fenómeno en cascada, mostrando cambios graduales a través de una azarosa serie de estados.

 

Phenomenal irruption in darkness,

30 años después de haber vivenciado en éxtasis nigro, nigrum, nigredo.

While fame impedes and constricts, -(Newton?)- obscurity wraps about a man like a mist; obscurity is dark, ample, and free; obscurity lets the mind take its way unimpeded. Over the obscure man is poured the merciful suffusion of darkness. None knows where he goes or comes. He may seek the truth and speak it; he alone is free; he alone is truthful, he alone is at peace. -Virginia Woolf, writer (1882-1941) . . . I am not alone Virginia. FJA

 

Proemio

Fusis ama encriptarse. Heráclito (600 AC)

Fusis refiere de las energías del florecer en Natura

El florecer ama encriptarse, para sólo frente al Amor develarse. Alflora (1956-2004) . . . No hay ley en esto; sólo Amor.

 

Senderos al paradigma termodinámico

Un siglo para aceptar complejidades que la 2ª ley pasó por alto y la fenomenología termodinámica fuera descubriendo la “estabilidad de los sistemas” naturales conservando su energía; para comenzar a aceptar que sólo merced a complejidad escapaba del gasto que le acreditaban ponía en riesgo su delicada solar eternidad.

La segunda ley de la termodinámica insiste en que la entropía de un sistema cerrado debería maximizarse. Los sistemas vivos, sin embargo, son la antítesis de esta ley, exhibiendo maravillosos niveles de orden creados a partir de un “des-orden” o “difícil orden”, riquísimo en flujos e intercambios energéticos y materiales, cuya complejidad bien excede nuestros marcos conceptuales.

La fenomenología termodinámica acerca soportes deductivos, aún no modelizables, a partir del encuentro de dos o más “sistemas”; observando comportamientos que aparentan mantenerse a cierta distancia del equilibrio por causa de algún gradiente.

Reconoce sistemas organizados no vivos (como las células de convección, los tornados y los láseres) y sistemas vivos (de las células a los ecosistemas), que imagina dependientes de flujos de energía externa para mantener su organización y disipación de gradientes energéticos asociada a los procesos auto organizativos; sin penetrar criterios, como la relación entre lo interno y externo que en la Naturaleza no se refieren como tales.

La disección entre materia y energía es nuestra. Natura no hace diferencias cuando se trata de fecundar la Vida. No quiero esquivar y por eso apunto a Eddington, Ulanowicz y cientos de amigos de la segunda ley que insisten en señalar que esta organización se mantiene al precio de un incremento de la entropía del sistema «global» en el que está inmersa la estructura, reconociendo inmersión englobadora.

60 años atrás Eddington no dudaba en advertir que a aquellos que estuvieran en contra de la segunda ley les esperaba colapso en la más profunda humillación. Pues me parece tan torpe esta ley que hoy no dudaría un instante en olvidarme de ella.

Ulanowicz, bastante más actualizado dice: "la cuestión de si los sistemas vivos aumentan o disminuyen el promedio de producción de entropía es un problema sin resolver y una pregunta altamente intrigante". Mejor si aclarara que: en la diferencia está el abismo que les espera y con largueza intuyen.

El costo en conciencia del accidente de British Petroleum en el Golfo es menos que nada cuando cruzamos una simple comparación con la plataforma de conciencia derivada de la segunda ley, promoviendo, o al menos justificando toda clase de abusos en termodinámica industrial, vehicular y recursos herramentales, que, a excepción hace 25 siglos de unos pocos griegos, no era de esperar alguien los viera. En lugar de mirar el velado milagro de las energías positivas siguen atrás de las negativas. Esa es la forma de salvar sus cajitas felices.

La palabra “disipar” responde al camino mecánico deductivo para transitar un tramo de tan rica interrelación. Células de convección, huracanes, reacciones químicas autocatalíticas y sistemas vivos son ejemplos de estructuras disipativas “lejos del equilibrio” que exhiben “comportamiento coherente”. Expresiones contrastadas y apareadas, clave para abrir mirada; no importa cuan dura sea para la lógica esta esperable jornada

La transición en un fluido calentado de la conducción a la convección, al igual que de la convexión interna a la externa, son llamativo ejemplo de la delicadeza de los gradientes que gatillan los arranques de esos cambios, emergentes de una organización coherente en respuesta a una sutil entrada de energía externa. ¿entrada, salida, mutua invitación? ¿Acaso hay en Natura alguna transferencia de calor “no coherente”? Las disociaciones están al orden del día apenas exceden los límites de un apropiado gradiente. Frente a estas delicadas transferencias, mejor empezar a mirar por organizaciones algo más complejas.

Ya hace un siglo fue entrevisto el gradiente de energía solar impulsando los procesos de sistemas vivos que crecen, adquieren complejidad y evolucionan. Nuestros conocimientos y herramientas siguen como pueden el camino.

Sin embargo, resta en nosotros el mayor desafío por avanzar en integridad de comportamientos que nos haga sensibles para cultivar aquella primigenia concepción de la entropía que adelanta infinitos intercambios entre materia y energía merced al estímulo primero de la energía del Sol calentando a la Tierra fría en un menú enorme de transiciones.

Acerco la raíz indoeuropea *trep- volver, girar; en sánscrito, trápate cambiar de sitio; en griego entropia, cantidad que se mantiene constante en un cuerpo tras sus diferentes transformaciones, como expresión que apunta al movimiento perpetuo en brazos de Natura reinando por doquier e imposible desde modelo aislado considerar viable.

 

VII . Del Glosario de la ley 11723

CUENCA HÍDRICA SUPERFICIAL: Territorio geográfico en el que las aguas que escurren superficialmente afluyen a un colector común (río), y son drenadas por éste. También puede desaguar en un cuerpo de agua (lago, laguna) o, directamente en el mar. Topográficamente las líneas divisorias o de participación de las aguas superficiales constituyen el límite de las cuencas hídricas superficiales.

Cómo llamar entonces a aquellos territorios tan comunes en nuestra provincia, -sin necesidad de mentar las 2,5 millones de Has. de áreas endorreicas-, sino aquellas otras que abarcan no menos de 10 millones de has. deextensas planicies donde las aguas por falta de energía gravitacional, ni escurren, ni drenan, ni afluyen; sólo convectan merced a “energía solar”. Esta que por milagro aparece mentada en el glosario de la voz ecosistema.

Milagro inverso resulta la paradoja de que habiendo perdido el paraíso por compartir una manzana con Eva, redoblan la apuesta exprimiendo la manzana de Newton, para darse a extrapolar todo tipo de analogías sobre energías gravitacionales, por completo ajenas a las energías solares presentes en nuestras pampas chatas; para seguir velando y multiplicando con obras duras las muertes de las dinámicas horizontales de las aguas en todas las canalizaciones con compromisos urbanos, sin excepción. Separando las sangrías mayores así rectificadas y supuestamente reconstituídas, de los recursos constitutivos del continuo fluvial: esteros, bañados, meandros dinámicos, costas blandas y bordes lábiles, imprescindibles para oficiar las transferencias de energías acumuladas en estas irremplazables baterías convectivas, a la sangría mayor.

Al estilo Newton, poco esfuerzo lleva cortar todo en pedacitos y tras modelar y proyectar, llamar a esas obranzas “sanear”. (Cabe fugaz recuerdo al art 101, Dec. 1359 y 1549, regl ley 8912 prohibiendo “saneamientos”)

Cabe entonces glosar lenguaje que permita al menos diferenciar: las energías presentes en las distintas porciones de las cuencas: las que se expresan mediante recursos gravitacionales y las que lo hacen merced a recursos acumulados en baterías convectivas, sin olvidar sus modos y áreas de transferencia.

Lo que define el recurso a nombrar no es la materia, no es el vehículo agua común a todas las cuencas provinciales, -no hay una cuenca sin agua-; sino el carácter gravitacional o el convectivo que diferencian a sus energías.

Poner en pendiente estas glosas moviliza a científicos remisos.

Hablar de cuencas hídricas no interrumpe la siesta de ninguno.

La interacción entre las sangrías y los suelos aledaños para acopiar y transferir energía solar, eso que dan en llamar contínuo fluvial, es lo más especial para calificar la condición vehicular que ofrecen las aguas en la cuenca inferior, que sólo es tal, si hay energía convectiva en ellas.

Si no fuera así, el agua en planicies extremas sólo cumpliría su función vehicular en la escala vertical, por evapotranspiración o infiltración.

Escurren, afluyen, drenan y desaguan. Así ha querido el redactor de este concepto caracterizar lo vital de una cuenca hídrica superficial.

Ignoró el verbo “convectar”. Y como este resulta vital en algo así como la mitad del territorio provincial, allí justamente donde se manifiestan y afectan el 100% de los problemas referidos a las dinámicas horizontales de las aguas, caben sensibles aprecios a las voces que refieren de las energías que más cuentan en la complicada realidad de nuestras planicies extremas.

Sugiero que el reino de Newton quede limitado a las montañas y a las manzanas cayéndose de los árboles. Y que las voces escurrir, afluir, drenar y desaguar queden reducidas a los flujos de alcantarillas y techos para que la Dirección de Hidráulica Provincial tenga algo para entretenerse al estilo Newton.

Así también recuerdo la causa 71743 sobre la inconstitucionalidad de la Resolución 495 del MINFRA que V.E. rechazaron in límine. Que poco importan los 5 millones de pesos que el gobernador tirará a la basura en ese pretendido estudio del Luján que ya el Estado italiano pagó hace un lustro y el INA atendió con buen tiempo y gusto, sino los miles de millones que seguirán en obras estúpidas para simplemente tapar con las manos los crimenes hidrogeológicos y descalabros hidrológicos de unos cuantos amigos.

Diferimentos que sólo conducen a multiplicar los efectos de las muertes percoladas al descabezado santuario Puelches y las ruinas extendidas de todos los tributarios del Oeste MUERTOS, sus aguas y perfiles polucionados a más no poder y sus bañados agujereados hasta el infierno para dejar al art 200 del CPN como a ciego sordo y mudo, alelado y boquiabierto.

La imagen que sigue pertenece a una de las cavas de San Sebastián en Zelaya

Hablar de otras energías que no las convectivas derivadas del sol y sus enormes baterías de acumulación y transferencia, es tapar el sol con lenguaje mal definido y terriblemente mal aplicado en vista de la gravedad de nuestros problemas, que hoy tienen, no a muchos, sino a todos, en un callejón sin salida.

Me comentaba el físico de flujos doctorado en Francia con el más alto cargo en la UBA que hace pocas semanas me visitara en Del Viso, del trastorno que le provocaba tener que congeniar mis lexicografías que vienen de la termodinámica, con las suyas que vienen de la hidráulica. Ojalá todos las novedades que encuentra en el camino y lo dejan perplejo, sean de lexicografías.

Sea entonces esta inconstitucionalidad de las voces aplicadas a referir de las dinámicas de las cuencas hídricas superficiales que más pesan en nuestras provincias, las que merezcan ser eliminadas para que la ciencia hidráulica advierta la invitación a ir de paseo a las montañas y abra paso a paradigmas cuyas veladuras, al nivel de atrancamientos “hidráulicos que vivimos, resultan inconcebibles y sostenibles porque la soja paga las cuentas.

Mentar energías erradas es doblemente inconstitucional. Veladas sus inexistencias con abstrusas extrapolaciones y atrapadas sus credulidades catecuménicas en primarios mecanicismos sugiero que el vacío que quedara de ellas al ser eliminadas del texto, no sea compensado con otras voces, para de esta manera urgir a reflexión aunque la confesión legislativa siga desierta.

ECOSISTEMA: Sistema relativamente estable en el tiempo y termodinámicamente abierto en cuanto a la entrada y salida de sustancias y energía. Este sistema tiene una entrada (energía solar, elementos minerales de las rocas, atmósfera y aguas subterráneas) y una salida de energía y sustancias biogénicas hacia la atmósfera (calor, oxígeno, ácido carbónico y otros gases), la litósfera (compuesta por humos, minerales, rocas sedimentarias) y la hidrósfera (sustancias disueltas en las aguas superficiales, ríos y otros cuerpos de aguas).

Dado que apunta al carácter termodinámico y a su estabilidad en el tiempo, esto es: duradero -por no arriesgar a decir perpetuo-, tomaremos este eje como el alma alrededor del cual se alimenta la Vida. Bien por encima del hombre que prima en el concepto de recurso natural que ya veremos.

Por esa prima también vale preguntar ¿A qué refieren los “Servicios de los Ecosistemas?” a veces también llamados Servicios de la Naturaleza.¿Por qué el subtítulo aclara “ecosistemas naturales”? ¿Existe otro tipo de ecosistemas?

Vemos que el primer elemento mencionado en esta definición es: la “energía solar”, sin la cual nada vital subsistiría. Energía solar que aparece traducida como “calor” cuando habla de las energías salientes. Y para ser más preciso, cabe a sus hospedajes aplicar esta palabra “calor”; y a sus salientes: “trabajo”.

 

De la voz “sistema” y de la voz “abierto”

No debería abandonar este concepto fundamental que nos acerca el glosario de la ley 11723 y eje alrededor del cual gira todo lo que sigue en definiciones que a poco iremos viendo, sin antes mirar por el concepto de sistema “abierto”, que refiere de los infinitos enlaces de energía que rodean a la materia, que imaginándola cerrada por ello estudiamos particionada.

Esta voz “abierto” pone en la cuerda floja al ajustado concepto de “sistema”, con el cual la ciencia opera. Los límites de la ciencia para modelizar fundan la necesidad de cortar todo en pedacitos. Pedacitos que al ser mutilados de una realidad mucho más compleja y mayor que la que traduce ese pedacito, nos dejan sin soportes para mirar lo vital de los imaginables o inimaginables enlaces de energías que fueron cortados al gestionar el pedacito. No cortan un pedacito de materia; cortan también sus elementales envoltorios y sensibles enlaces de energía: su Bi-os

Por eso la confesión de sistema abierto apunta a esta dificultad que es medular a la ciencia. Ella nunca alcanzó a mirar sino por parcialidades, de a pedacitos.

A los que luego intenta restituir a un sistema mayor fruto de innumerables pedacitos. Este sistema de sistemas no regala garantía otra, que de analogías y extrapolaciones extremas con el que intentan coser la cadena del Bi-os; que bien crecen en complejas abstracciones, pero jamás alcanzan correlatos en modelizaciones de escalas comparables a las que fundan la Vida en un sin fin de enlaces de energías perdurables; esto es: sin término de tiempos, ni de recortes en olárquías abiertas a un porvenir interminable; lejos de toda caja adiabática cerrada donde modelizar o de toda caja negra donde modelar.

Por eso mismo, el concepto que tenemos de “termodinámica” desprendido de cajas adiabáticas cerradas y su concepto de entropía asociado, está relacionado a esta pobreza que a los mecanicistas les impide descubrir las relaciones de materia y energía “propia”, asociadas y/o apareadas; que así de mil formas se le escapan los delicados vínculos que sostienen sus Vidas.

Así por ejemplo, sacarse las anteojeras mecánicas catecuménicas para reconocer merced a ojos sentidos, qué energías enlazan las aguas tributarias y las del cuerpo receptor; que a nivel estuarial nada tienen que ver con las energías mecánicas que apunta la ciencia “hidráulica” con sus salidas a 90º.

La interpretación mecánica que hasta ahora ha hecho la hidráulica y la física en dinámica costera de la “deriva litoral” y de los “cordones litorales”, es lo más ajeno a cualquier criterio ecosistémico o a cualquier sistema termodinámico “abierto”. Apuntar a los empujones de una ola oblicua y al viento como las madres del borrego del sistema de flujos y sedimentaciones ribereñas, es atalaya bien ajeno a la prolijidad de descarga de esos “stranded cuspate bars”.

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Es curioso que no obstante la meteorología haber dejado de lado hace 100 años sus recursos mecánicos para aplicarse a convecciones atmosféricas, no se anime a interferir con su experiencia en estos bunkers mecánicos en el agua.

El espíritu que primó en el alma de los que redactaron el glosario de esta ley quiso acercarnos por milagro esta ajustada y parca cosmovisión de los enlaces termodinámicos que fundan la Vida en movimiento perpetuo y es a ella a la que miramos primero para ver cómo relacionarnos a sus esferas de aprecio, que para la ciencia han sido siempre un misterio.

Estas esferas de aprecio son reconocidas como experiencias fenomenales; que tras ser hospedadas por los sentidos con diferentes grados de atención, tras perplejidad van dando lugar a procesos eurísticos que habilitan el esbozo fenomenológico.

Esbozos fenomenológicos referidos en este caso a fenómenos convectivos verticales con adicionales respuestas traslacionales horizontales debidas a un gradiente térmico –no un vector inercial-, que les indica el rumbo; bien anteriores a cualquiera de las inevitables particiones a que luego intentará aplicarse la ciencia.

Nuestra mirada viene aplicada a mirar eficiencias por escalas muy extensas.

Por el tiempo que se han tomado en dejarlas pasar inadvertidas, estimo que en su marco de cosmovisión pasarían cien años antes de conocer modelización en laboratorio. Tal vez por ser un simple hortelano, mirando por otros marcos, más cerca me siento de cultivar propuesta para acercar esa intención.

Los cambios paradigmáticos siempre reportan algo de estos enlaces vitales entre la materia y la energía que la envuelve, la transfiere, la organiza en complejidad riquísima; que a tantos resulta salvoconducto oportuno ir a apuntarles el mote de “turbulencia caótica”, imposibles de modelizar y por ello dejan de tomar en cuenta. Recursos para soslayarlas modelando extrapolaciones matemáticas de serenas laminaridades, no les han faltado.

Me ha tocado en suerte redactar para el CII-2010, una ajustada fenomenología termodinámica estuarial alrededor de los enlaces que fundan eficiencia en las salidas tributarias. Materias y energías religadas y comprometidas; asistiendo unas el destino de otras.

Mirar esos enlaces ya no es mirar por el suelo y el agua separados; sino por la energía del sol acopiándose hasta en las yerbas emergentes* en los bañados y transfiriéndose de uno en otra; como esencial reflejo de todo Bi-os o Bi-on.

Si no fuera en esos delicados enlaces que -a qué dudar-, asombran al que los ve por vez primera, las aguas de nuestras planicies no circularían. Y así es como sucede tras todos los enlaces liquidados por la hidráulica.

*Ver Limnol. Oceanogr., 46(6), 2001, 1486–1493, The effect of emergent vegetation on convective flushing in shallow wetlands: Scaling and experiments by C. E. Oldham and J. J. Sturman. Luego contratar con micro mundos en imágenes concretas por http://www.delriolujan.com.ar/sustentable6.html

Tan velados han estado estos “procesos” para la ciencia, que la única herramienta con que creyeron seguir los pasos de las dinámicas horizontales de las aguas en planicies extremas, fue, reitero, extrapolar analogías de energías gravitacionales, que sin posibilidad alguna de modelización en laboratorio, concluían en las más abstrusas fabulaciones matemáticas con que vienen decidiendo la suerte de pretendidas transferencias mecánicas forzadas en Natura; motivo por el cual todos nuestros tributarios urbanos hoy están, ya no en la ruina, sino muertos.

Tan velados han estado, más allá del despertar fenomenal, estos accesos al conocimiento, que los investigadores del Laboratorio de Humedales de la UBA que funciona en el 4º piso del Pabellón II de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en Núñez, a pesar de clasificar a los humedales como receptores, dadores, y transportadores, jamás esbozaron teoría alguna de las dinámicas horizontales de las aguas someras en planicies extremas, para sólo referir de ellas en términos verticales de evapotranspiración e infiltración.

Todas las modelaciones que el INA ha hecho de nuestros cursos de agua en planicies extremas, han concluído en confesiones tan extremas y patéticas como las recientes del ACUMAR señalando después de 6 años, que hoy mismo no saben cómo identificar el pasivo ambiental del PISA MR.

Y no estamos frente a un individuo al cual el Asesor Gral apuntaría: Cabe destacar que esta observación no enerva el derecho de los particulares, desde que los mismos pueden encauzar sus presentaciones en el marco de las normas que rigen el procedimiento administrativo.

Sino frente a una paquidérmica institución tripartita en gestión unitaria, que el año pasado, reitero, gastó el equivalente a todo lo que la CABA invirtió en educación, para simplemente confesar al finalizar el período, que ni siquiera alcanzaba después de 6 años de constituído el ACUMAR, a identificar el pasivo ambiental del Plan Integral de Saneamiento Ambiental del Riachuelo.

Tal inesperada y bienvenida sinceridad nos sea útil para comenzar a aceptar que las buenas intenciones de la ley 11723 pudieran estar en la luna de miel de legisladores que jamás vieron frente a sus ojos cómo juegan su rol esos vitales enlaces termodinámicos propios de sistemas naturales olárquicos abiertos.

Por ello, demando por la inconsistencia vincular en materia de energías y pretensiones ciegas en sus propios intereses que cargan las definiciones que siguen, conducentes todas ellas, a definir el perfil y apoyo de nuestras certidumbres.

RECURSOS NATURALES: Totalidad de las materias primas y de los medios de producción aprovechable en la actividad económica del hombre y procedentes de la naturaleza.

Mientras siga vigente esta angurrienta definición de recurso natural, inútil es pretender justicia ambiental que apunte a preservar para futuras generacionesy ajeno por completo al fin a preservar la vida en su sentido más amplio;

Con esa definición de Recurso Natural no queda claro a qué aplican la definición de ESTENOICO: (Estenos: estrechos; oikos: casa) Organismo que requiere condiciones muy estrictas para desenvolverse adecuadamente.

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¿Si al hombre como organismo que hoy se privilegia frente a Natura?; ¿o a Natura como hogar de infinidad de enlaces y criaturas?, que con apropiadas atenciones y un poquito más austeros y sinceros, aprenderían de la Fusis en Natura; del florecer en Natura; de ecosistemas sí, pero naturales.

Es el peso de los contenidos que carga la definición de recurso natural impregnado de marketing y falto de sinceridad en todo lo que le sigue, lo que nos mueve a diferenciar los “Servicios de los Ecosistemas”, de los Servicios de la Naturaleza en “ecosistemas naturales”.

Merece comparables aprecios la definición de RECURSOS HÍDRICOS: Total de las aguas superficiales, subterráneas o atmosféricas que pueden ser utilizadas de alguna forma en beneficio del hombre. También se incluyen los recursos hídricos nuevos.

Las dragas que el hombre aplica para estragar subsuelos y generar rellenos tras sacar las tapas de los sesos al santuario Puelche, agradecen estos recursos hídricos que les permiten refular. Sin el agua las dragas no funcionarían.

No necesitamos de una ley ni de un glosario para saber que los ríos proporcionan agua, transporte y un medio de deposición de resíduos; y que la superficie total que ocupan es pequeña aunque resulten los ecosistemas más intensamente usados por el hombre. Casi todos los grandes ríos están saturados por los resíduos que emiten las aglomeraciones de su ribera debido a su uso como alcantarillas gratuitas. Es difícil hallar un río en estado natural sea su tamaño el que sea. No necesitamos de la definición de recursos hídricos para esto.

Al mismo tiempo, para hacer uso de suelos que responden a las necesidades primarias de los ecosistemas naturales, hemos obrado “saneamientos”, desconociendo hasta lo más elemental de los ámbitos donde se conforma el contínuo fluvial; sin nunca acertar siquiera a mencionar el valor de los esteros, bañados, meandros dinámicos, costas blandas, bordes lábiles, y en especial, la “pendiente” como variable fundamental enlas energías que pasan de gravitacionales a convectivas, con inclusión de mixtas y disociadas. Estas que señalo, son mucho más importantes que los hombres y las demás especies que viven en él y de él. Ellas son el verdadero “contínuo fluvial”, sin las cuales ningún curso de llanura vería mover sus aguas en horizontal. Y de hecho, eso muestra el balance de todos los tributarios urbanos del Oeste MUERTOS.

¿Cuál es entonces la famélica gracia de esta definición? conduciendo en directo a los más aberrantes crímenes hidrogeológicos de la Provincia que en miles de años nadie reparará y por ende, bien burlona payasesca es la mención a las generaciones futuras.

Por ello solicito, por aberrantes en grados incomparables de inutilidad extrema para alcanzar otra cosa que miseria a las generaciones venideras, la nulidad de ambos conceptos: Recurso Natural y recursos hídricos

Los mismos desprecios merece la mentira instalada alrededor del concepto: RESTAURAR: Restablecimiento de las propiedades originales de un ecosistema o hábitat en cuanto a estructura comunitaria, complemento natural de las especies y cumplimiento de sus funciones naturales.

Quien ha cortado los vínculos olárquicos que hacen a los “ecosistemas” y sus soportes fundados en enlaces termodinámicos, nada tiene para compatibilizar con lo que sigue en esta redacción de mayúscula torpeza: ecosistemas o hábitat en cuanto a estructura comunitaria.

Ofrezcan esta abstrusa definición al ACUMAR para ayudarlo a salir del abismo que confiesa de no saber cómo identificar el pasivo ambiental del PISA MR, después de haber enterrado en un lustro un tercio de la cantidad de dinero que CFK propone sacar de las arcas del Banco Central.

Recibirán estos despistados, desesperados y por fin algo sinceros funcionarios, a esta definición como una burla; a la que para exaltar la graduación de su alcoholismo espiritual apuestan sus bellos deseos al complemento natural de las especies y cumplimiento de sus funciones naturales.

Es así como vemos hoy al OPDS ordenar a los que fundaron los crímenes hidrogeológicos del Colony Park, que sean ellos los que propongan en 30 días cómo remediar lo dañado.

Estupor cualquiera sentiría de escuchar la orden de quien ha permitido, y a quien ha generado el estrago criminal, ponerse de acuerdo para formular un plan en 30 días que resuelva lo que lleva no menos de 800 a 5000 años remediar.

Estos mismos dislates y tras necedades, prepotencias, aparecen enunciadas en el ART 39°: Los principios que regirán la implementación de políticas para la protección y mejoramiento del recurso agua, serán los siguientes: 

b) Tratamiento integral de los sistemas hidráulicos y del ciclo hidrológico.

Anteponer la voz “hidráulica” a la de “hidrológico” es la primera señal de prepotencia, fruto inevitable de la necedad con que la ciencia hidráulica ha estado operando en planicies extremas; con acción que no ha hecho otra cosa que arruinar las baterías convectivas, únicas acumuladoras y transferidoras de las energías que necesitan las sangrias mayores para ver sus aguas fluir.

Que no es merced a drenajes o escurrimientos, sino merced a “convecciones”.

Tema al que jamás la ciencia hidráulica aplicó un minuto de su tiempo.

Por ello la palabra “hidráulica”, a menos que haya pendientes que generen las apropiadas energías gravitacionales, en planicies extremas no tiene motivos para asomar siquiera la punta de su nariz. A eso apuntaba, reitero, la causa 71743 que V.E. rechazaron in limine, para ser el juez Servín quien resuelva los destinos de diez mil mecanicistas, cebados para proponer y realizar obras inútiles que sólo favorecen a bancos y ambiciosos mercaderes.

Veamos la hidrología del arroyo Escobar propuesta por la DIPSyOH en los EIA de Puertos del lago –ver causa 70751-, para modelar sus caudales de salida por el zanjón Villanueva; canalización que hoy cuenta 6 m de ancho y 4 Km de largo y será llevado, tras oblar 300 millones de pesos, a un ancho no menor a 30 m. La pendiente en ese tramo final rodeada de bañados con bordes lábiles desaparecidos, es NULA.

Hace menos de 300 años ese actual plano de bañados era fondo del mismo estuario que se fue retirando.

Un “bañado”, caracterizado como todos ellos, por costas blandas y bordes lábiles, es el hijo degenerado del “estero”; reconociendo este último, por no haber sido tocado por el hombre, infinidad de pequeños corredores de flujos, prolijos como la trama de un tejido, concurrentes con gran eficiencia a descargar, ya no sus aguas, sino sus energías convectivas en ellas, a una sangría mayor que vive de sus auxilios.

El bañado hace lo mismo, pero con menor eficiencia. Sin embargo, esa eficiencia de los bañados es incomparable a la nula capacidad de dinamizar las aguas en planicies extremas, que ofrecen cualquiera de nuestras canalizaciones hidráulicas concurrentes a falsos “saneamientos”; que al tiempo de ilusionar con la solución de los problemas que siempre cargaron la ocupación de esos suelos, más allá de los brindis de la inauguración de obras, siempre concluyen en resultados mucho peores que cuando llegaron.

Si somos capaces de entender, que trazar un surco no es dinamizar, sino simplemente cavar una huella mecánica en el suelo destruyendo el continuo fluvial tras desconectar las baterías convectivas aledañas, empezaremos a transitar la diferencia entre la materia de un canal y la materia apropiadora de la energía del sol reunidas, acopiadas, acumuladas, en el contínuo fluvial; en los suelos de los bañados aledaños; que por su superficie incomparable a la de cualquier mísero canal, funciona como gigantesca batería convectiva.

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Tomemos por caso la superficie de este zanjón Villanueva que resultará tras devorarse los 300 millones de pesos del ensanche: entonces sumará 30 m de ancho x 4 Km de largo = 12 Has. x 11.500 kW/Ha =138.000 kW x día

Veamos ahora la superficie del bañado al que este zanjón pretende remplazar: 4 Km x 8 km = 32 Km2 = 3200 Has x 11.500 kW =36.800.000 kW x día

De aprox 430 cal/cm2 diarias = 0,5W = 5 kW/m2 = 50.000 kW/Ha, de los cuales se estima el 23% (11.500 kW) hace funcionar la maquinaria del continuo fluvial. Energías que vienen absorbidas por los esteros o bañados en verano, para aplicarse como trabajo transferido en régimen convectivo a las sangrías.

Ningún acumulador, sistema de transferencia y consumo fabricado por el hombre regala esta eficiencia. Bien a la vista la enorme diferencia de energía absorbida y acumulada como “calor” en ambas áreas, yendo como “trabajo” en transferencia operada por los bordes lábiles del bañado a la sangría mayor y capaz de sacar las aguas aún marchando cuesta arriba.

Aceptemos que si la “cuesta abajo” que calculan nuestros ingenieros hidráulicos es la que surge de una pendiente de 4 mm x Km, la “cuesta arriba” a la que refiero, es insignificancia inversa de escala comparable, que en tanto encuentre el gradiente térmico de ligera menor temperatura, hacia allí marcha; y no precisamente por inercia advectiva, sino por energía convectiva estimulada, atraída, por gradiente térmico.

Recordemos que las zonas húmedas tienden a no perder calor: GRADIENTE ADIABÁTICO. Y ese “no perder” está reflejado en la condición de flujos convectivos internos naturales “positivos”; apuntando precisamente a este “no perder”; a funcionar sin pérdida. Si perdieran, serían calificados como externos naturales negativos. Estos son los fenómenos que devuelven a la palabra “entropía” el sentido primigenio tallado en la sensibilidad del alma griega; que no tenía laboratorios, pero sí ojos abiertos.

Esta energía acumulada en los bañados es la que nuestros modeladores matemáticos y especialistas en humedales jamás consideraron; ni explicaron cómo se manifiesta a ojos sensibles la dinámica horizontal en un humedal, por fuera del empujón virtual extrapolado de los discípulos de Newton.

Sólo miran el calor para definir una variable de viscosidad: su condición picnal -otra función mecánica en reología newtoniana-; pero jamás para definir o advertir qué carga de energía convectiva positiva es capaz de manifestarse viva en los enlaces intermoleculares de esas materias vehiculares animadas en movimiento perpetuo por el sol.

Ya no se trata entonces de mirar por el peso específico del agua o del sedimento que carga, sino por el peso específico dinámico, de materia –agua + sedimento- y energía a la par. Integrados como par cuántico. El sedimento transportado por un corredor convectivo representa absorción, acumulación y transferencia de energía. No sólo no pesa, sino que activa. ¿Entonces, qué sentido tiene mirar por su peso específico? Frente al Amor ¿qué importa el peso de una persona? El fraude de las miradas de Newton y Descartes está bien a la vista.

Ese mismo sol es el que mueve las corrientes oceánicas. La del Golfo, por dar un ejemplo, marcha disociada 8000 Km a través del Atlántico, sin perder su personalidad y moviendo una energía que supera más de 100 veces toda la energía consumida por el hombre en el planeta.

¿A qué mecanicista le iríamos a preguntar cómo hacen esas aguas para marchar? ¿Acaso nos vendría con el cuento de la ola, el viento y la sal?, siempre en la misma dirección durante milenios de milenios. El nombre que mejor les cabe hoy a esas energías es el de “convectivas internas naturales positivas”.

Vayamos a otro ejemplo. El Paraná con sus 2000 Km aprox de longitud y sus 5 cm de pendiente por Km, que bajan a 1,5 cm x Km al llegar a Rosario. Y luego a 7,5 mm al llegar a la Vuelta de Obligado. Y por fin plancharse en 4 mm x Km al llegar a Atucha y así hasta Punta Indio. Este curso de agua saca un promedio de 13.500 m3/s a una velocidad aprox. de 1,3 nudos/hora.

Vayamos ahora al Amazonas con sus 6900 Km de largo. A los 200 Km de la cordillera ya desciende a la cota de los 200 m. A partir de aquí, su pendiente máxima desciende de aprox 3 cm x Km, a menos de 1 cm al llegar a Manaos.

Aquí ya reconoce una depresión gravitacional provocada por el núcleo lo que indica que los últimos 1000 Kms no reconocen siquiera 2 mm por Km de “pendiente”. Está claro que llamar a esto “pendiente”, es sólo para darle a un mecanicista la ilusión para ponerse a modelar energía gravitacional.

Sin embargo, este animal salvaje que nunca fue domado por el hombre, pues nunca le pusieron un dedo encima, se da el lujo de sacar al océano 115.000 m3/s a una velocidad de 4 nudos/hora. Esto es: 3 veces más velocidad que la de nuestro Paraná que le dobla en menor miserabilidad de “pendiente”.

Si no fuera porque en Manaos el suelo reconoce cargarse diariamente con 885 calorías por cm2 en el mes de Enero a 767 en Junio, qué mortal alcanzaría a acariciar explicación mecánica para semejante riqueza, sin estas extraordinarias energías convectivas “internas” positivas procesadas en el matraz fenomenal de absorción, acumulación y transferencias por bordes lábiles de los super extendidos esteros que le asisten y acompañan en todo el recorrido.

Newton hoy se muere de vergüenza por haber dejado pasar esta animación, viendo cómo exprimen su manzana para forzar groserías especulativas.

Y no sólo este Amazonas saca sus aguas al océano como un tren arrollador, sino que las lleva cargadas con 1.200.000.000 de tons anuales de sedimentos que ni siquiera forman delta. Son también ellos su motor; parte de su descomunal energía.

Lleva, ya en el océano, esas aguas por debajo de las saladas; -a pesar de que siempre acreditaron que las aguas dulces son más livianas que las saladas, olvidando sus cargas sedimentarias y sus energías convectivas que ya le acreditan otro “peso específico dinámico”, personal e inseparable de sus materias.

Ese corredor de flujos de aguas dulces va bordeando la ribera continental hasta 600 Kms hacia el ONO, para luego convectar externamente, cruzar la plataforma continental y por fin sumergirse en el talud oceánico donde descarga su bruta carga sedimentaria. Ese cono deposicional oceánico está a la vista de cualquiera que se aplique a mirar estas cuestiones, sin necesidad de subirse al batiscafo de Picard, ni a un modelo matemático.

Y toda esta tarea resuelta con energia solar, traducida como flujos convectivos internos naturales positivos. Que tampoco nunca vieron en nuestro frente halino estuarial al que acreditaban mayor floculación sedimentaria; para ahora darse cuenta que el inexplicable escalón de 6 m en ese frente es fruto de la eficiencia de un corredor transversal convectivo superpositivo que modifica de raíz todas las especulaciones mecánicas de más de un siglo. Alflora es su nombre. Ver por

http://www.alestuariodelplata.com.ar/frentehalino6.html

El nuevo satélite Aquarius da noticias tímidas de estos recorridos, porque él sólo hace lectura de salinización en los primeros 5 a 10 cm de la superficie del mar. Pero las batimetrías en el surco de cruce de la plataforma y el visible cono deposicional, nos hablan con mucha mayor claridad que la que entrega este satélite. Ver http://www.alestuariodelplata.com.ar/pendientes2.htmly 5 sig.

Por donde miremos, el sol no sólo es nuestro hermano; es también nuestro pan. Y seguir mirando por modelos matemáticos extrapolados de cómodas especulaciones catecuménicas, es entregarse como esclavo a ver cómo arruinan todo lo que tocan con sus fabuladas modelaciones y grotescas obras

Destapando un centímetro cuadrado de estos panoramas ya tenemos un abismo descomunal que deja al “principio precautorio” del tamaño de un poroto; y al Juez Servín al que habría de recurrir para que mire los rechazos in límine, del tamaño de un gigante como no hay ni en los cuentos de los Grimm.

Que con el autoengaño del Principio de cooperación: Los recursos naturales y los sistemas ecológicos compartidos serán utilizados en forma equitativa y racional, y aunque en el Cap. II ya nos hemos desquitado, vuelvo a reiterar el párrafo que sigue, apuntando a delirios con galanterías: El tratamiento y mitigación de las emergencias ambientales de efectos transfronterizos serán desarrollados en forma conjunta.

No conozco a nadie en condiciones de administrar ese ilusorio conjunto apestado de compromisos, adueñados Newton, Descartes y sus discípulos, de los reduccionismos, recortes, velos, definiciones y malversaciones en integridad.

Por reiteradas enervantes situaciones, ruego a V.E. no me soliciten tras 15 años de trabajo y a los 70 años que vaya en busca del tribunal inferior, que bien sabemos todos la dificultad que ya está instalada en el Tribunal Superior sin saber siquiera cómo procesar tan descomunal fundacional información.

Principio precautorio: Cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente.

 

VIII . Gestión y contrastes estáticos-dinámicos

Dedicado a los estudios de derecho administrativo, constitucional y ciencia política Juan Francisco Linares nos ilustra sobre los temas del Control de constitucionalidad en los principios de legalidad yde razonabilidad

Con la agudeza y la profundidad que lo caracterizaba, Juan Francisco Linares nos habla de una razonabilidad en sentido estricto que significaba la "justicia de la igualdad" y una razonabilidad en sentido amplio que incluye meritaciones de valores inferiores a la Justicia en el plexo axiológico como son la solidaridad, la cooperación la paz, el orden, el poder, la seguridad.

Sin olvidar, y aunque parezca ajeno a estas bellas armonías, el valor de los conflictos según Lorenzetti. Ver La Nación, 8/3/12. “El conflicto es la base del funcionamiento del sistema democrático. Es lo que hace que los intereses colisionen y que la sociedad esté viva”. Y a quien, tras agradecer su apertura, sugerí viera de aplicar este criterio alrededor del PISA MR, que más que colisionar está varado en el medioevo de la ciencia hidráulica, imaginando energía gravitacional, donde no la hay.

Por su parte, Luis Recasens Siches destacaba que las enseñanzas de "lo razonable" se desprenden de la experiencia de la razón vital y de la razón histórica, es decir, de la experiencia vivida por los hombres individual y colectivamente, y por ello, señala que la razonabilidad es fruto del logos humano o sea "la lógica de lo razonable", a diferencia de la lógica de tipo matemático que es "la lógica de lo racional", fundante de los recursos discursivos analógicos.

Aprecios que adquieren un rol propio a través del "control de razonabilidad", presente con todo el vigor de una garantía constitucional implícita y específica, manifestativa de la superlativa garantía del "control de constitucionalidad" y de la "supremacía constitucional" en que se funda.

Desentrañar la razonabilidad de una norma reglamentaria o de las circunstancias de su aplicación, es asegurar su constitucionalidad para que la Ley Suprema vivifique la conciencia jurídica de la sociedad en el afianzamiento de la justicia preambular.

El control de legalidad se atiende en un triple aspecto, el normativo, el fáctico y el axiológico que al decir de Juan Francisco Linares integran el fundamento o razón suficiente al que deben encuadrarse todos los actos emanados de los poderes públicos y que constituyen su razón normativa o de esencia, su razón fáctica o de existencia y su razón de verdad o justicia.

Existen múltiples y fundamentales valores del sistema constitucional, tales como razonabilidad, proporcionalidad, buena fe, etc., que por su rango normativo son superiores a todo el resto del ordenamiento jurídico y en una adecuada interpretación deben privar sobre las normas inferiores que se aparten de ellos.

Resulta que muchas normas son irrazonables por desproporcionadas, excesivas, irreales, al margen de cuál haya sido la intención del legislador: la mejor intención también produce normas inconstitucionales, y a veces a mayor convicción mesiánica del emisor de la norma, surge menor debate y crítica y por ende mayor dosis eventual de irracionalidad inconstitucional.

A la pretensión de querer llevarlo todo a una norma escrita, sólo responden para el buen funcionamiento de un sistema, los valores con los cuales los ciudadanos efectivamente se comporten; y de nada vale, sin tales valores, cualquier esquema constitucional y cualquier aspiración que en él plasmemos.

El proceso de elaboración de todas las normas jurídicas, debe necesariamente ser público, debatido, participativo, en un ámbito de libertad y de crítica como el que supone la Constitución Nacional.

El artículo 28 de la Constitución Nacional demuestra que la gran preocupación de Alberdi era precisamente que las declaraciones y derechos de la Constitución no pudieran ser borrados de un plumazo por las leyes dictadas en su aplicación, como había ocurrido en otras partes.

La Constitución – decía – debe dar garantías de que sus leyes orgánicas no se-rán excepciones derogatorias de los grandes principios consagrados por ella, como se ha visto más de una vez. Es preciso que el derecho administrativo no sea un medio falaz de eliminar y escamotear las libertades y garantías constitucionales.

En todos lados, más allá de estos ricos erarios de criterios que se amasan en derecho constitucional, lo que luce en la práctica diaria es la calidad de la gestión en los procesos y en los procedimientos, en los cuales cada ciudadano no sólo tiene el derecho, sino la obligación de participar.

Y ese derecho y obligación a participar vienen extraordinariamente resaltados a partir del reconocimiento de un nuevo actor de derecho: el ambiente. Actor que no reconoce obligaciones y sólo ostenta derechos.

Aquí tenemos un lugar y una oportunidad para acercar nuestra participación, como nunca antes lo habíamos acariciado de hecho.

Ver http://www.hidroensc.com.ar

 

IX . Reflexiones sobre gestión ambiental, procesos y procedimientos presentes en la Ley 25675, que contrastan por su raquitismo implícito y ausencia explícita en la ley 11723, diferenciando el Proceso Ambiental del Proceso Administrativo que sobrevuela el ordenamiento territorial y uso del suelo. Especificidad vital que por ella nos hacemos más prolijos y sinceros.

La ley 25675 reitera las expresiones gestión ambiental (art 1, 4, 7, 8) ordenamiento ambiental (8, 9,) y proceso de ordenamiento ambiental (12), sistema de control (8) y sistema de diagnóstico (8).

También lo hace para referir a los procedimientos (2) de consultas o audiencias públicas (20); a los procedimiento de evaluación de impacto ambiental (art 11, 12, 21) y a los procedimientos administrativos que se relacionen con la preservación y protección del ambiente (19).

También lo hace para referir a requerimientos (12).

Disposiciones de orden público y operativas, que se utilizarán para la interpretación y aplicación de la legislación específica sobre la materia, (3)

Integrarán en todas sus decisiones y actividades, previsiones de carácter ambiental, (5).

La ley 11723 por el contrario, no habla de procesos, ni de procedimientos, ni de gestión ambiental, ni de ordenamientos. Tan abstrusa es su encomienda que confunde a innombrados sujetos, con el objeto. Ver por caso el ARTÍCULO 25°:Las normas técnicas ambientales determinarán los parámetros y niveles guías de calidad ambiental de los cuerpos receptores.

No veo, sin un sujeto que asuma la responsabilidad, cómo bastará con apuntar a “normas técnicas ambientales” para ver resuelta esa tarea de mirar por la carga másica. Sin duda, esta pirueta discursiva también habla de la imposibilidad de mirar por carga másica alguna en un ex curso de agua que hace 226 años murió en sus dinámicas horizontales.

Aunque de menor antigüedad, todos y cada uno de los tributarios urbanos del Oeste que intentan desagüar al Luján, están muertos desde hace varias décadas. Hablar de medir carga másica en el Aliviador del Reconquista es una torpe payasada estando sus flujos horizontales soberanamente muertos. Que tampoco van a resucitar porque el Gobernador decida llamar a consultoría para superponer otro estudio de la cuenca del Luján al regalado por el Estado Italiano. Ver Res 495 del MINFRA y demanda 71743 rechazada en SCJPBA

Todavía, a pesar de esas inutilidades, hablan de “carga másica”; pero a nadie se le ha ocurrido en el art 5º de la ley 11723, que tantas garantías regala, agregar lo que sigue: Inciso a): El uso y aprovechamiento de los recursos naturales, debe efectuarse de acuerdo a criterios que permitan el mantenimiento de los biomas y el cuidado de las transferencias de las baterías convectivas que fundan los enlaces vitales de los que dependen las dinámicas horizontales de las aguas en planicies extremas”.

El día que esto entiendan e incluyan, ese día comenzarán aentender todos los activos ambientales perdidos; algo muy distinto a identificar pasivos. Identificar a un muerto de poco sirve. El interés está en saber por qué murió; así referimos de que el activo perdido no nos es desconocido.

La distancia que media entre mirar por la letra fija del catecismo, en este caso hidráulico congelado en ciegas extrapolaciones matemáticas y mirar por la Vida en movimiento perpetuo, es la que media en el sentido entre estos vocablos que siguen: ambiente, medio ambiente, Natura, Fusis, embalse, veriles de canalización profunda, veriles costaneros, baterías convectivas, modelaciones matemáticas.

 

X . Glosario

Ambiente es lo que apunto al cercano recurso natural lejos del glosado por ley

Medio Ambiente es lo apuntado bajo formato cercano, habitado por conquistadores del recurso cultural; por gente que lucha por sus negocios y dice estar tomando en consideración al anterior

Natura es la dimensión contemplativa de lo nacido y siempre con temple activo, hasta donde nadie lo quiere imaginar, para no ver su alma como un colador.

Fusis es la voz, que desde la raíz sánscrita phul* nos habla del florecer de la Vida. Voz, de la que se desprende la de Naturaleza. La Fusis es la reunión de materia y energía intercambiando en infinitas olarquias eso que llamamos Vida. No es el aire, no es el agua, no es el suelo, no es el paisaje, no es el ambiente, mucho menos el medio ambiente; sino la Vida expresándose en ellos, traducida en reconocimiento de su eterno florecer, merced a esta voz.

Río es sangría con reos, con flujos. Se diferencian las energías de sus cuencas, en las pendientes; en el hecho que las superiores reconocen energía gravitacional y las inferiores, sólo convectiva. Los primeros se modelan. De los otros aún hay todo que aprender.

Embalse, retención natural o artificial que acaba con un sistema convectivo para dar lugar en algún lugar, a un salto gravitacional, para luego ir a la búsqueda de nuevas baterías convectivas que aporten a la sangría la memoria y energías convectivas perdidas. Por su parte, el sistema superior queda aislado y asfixiado por carecer de gradientes térmicos de salida, aquellos que marcan la dirección de salida. La dinámica horizontal deja de expresarse en términos convectivos, y la biótica cambia por la misma pérdida de intercambio vertical que sobre todo en verano se manifiesta muy disociada. Sus vidas útiles, por tanta ignorancia termodinámica en materia sedimentación, adicional punto flaco.

Veriles de canalización profunda: profundizaciones artificiales en el lecho de la sangría, que ponen en riesgo el sistema convectivo interno de sus flujos al extender las diferencias de temperatura entre las aguas superficiales y las profundas; que resaltando en verano sus diferencias, suelen ver degradados sus intercambios verticales fundantes del proceso convectivo. En estos sistemas se expresan disociaciones con las aguas de las márgenes a ambos lados de la forzada sangría, cuyos acoples no son ya propios de convecciones internas positivas, sino externas negativas que por ello acarrean erosión de márgenes.

Veriles costaneros: los de bordes lábiles y los de tablestacados o duros. Los 1º comunican las baterías convectivas con la sangría. Los 2º las interrumpen.

Baterías convectivas así llamo a todas aquellas áreas aledañas a las sangrías mayores que ya cuentan con cauces antiguos definidos, que bajo la forma de meandros dinámicos, esteros y bañados, a través de costas blandas y bordes lábiles les transfieren las energías que del sol capturan a diario y son las únicas quereconocemos en condiciones de suplir la ausencia de energía gravitacional en las aguas.

Modelaciones matematicas creadas por la física para describir un pedazo cuidadosamente seleccionado del mundo real por Newton y Descartes. Así por caso fundan ese pedazo aislado al que bien califican como “caja negra” para ir cargándole las variables de entrada y de salida con información de caudales, pendientes, humedad antecedentes y coeficientes de ajuste de rugosidad, escala de modelación, etc. Imputando mecánicamente como mejor se les ocurra las energías que operan en su interior.

Como con esas variables que una y otra vez acomodan van asegurando su abstracción –y aquí la voz abs-tracción reconoce no pocos esfuerzos-, van correlacionando los distintos escenarios y sus multiplicados pedacitos; superando obstáculos con una inventiva cada vez mayor.

Así es como desde hace un cuarto de milenio vienen extrapolando energías gravitacionales donde no las hay, sino en su imaginación con la presión de ricas bombas analógicas.

Cada vez más confiados en sus modelaciones; cada vez menos propensos a despertar de su mecánico reduccionismo newtoniano, aceptando mayúsculas cuando no imposibles, dificultades en trabajo de campo. Así han sido educados y lejos están de mirar lo que trae en sus alforjas el burro del hortelano.

Tratar estos abismos con esta sencillez, también expresa que estar en sus pellejos no sería de mi agrado.

Por otro lado, ¿cómo harían para modelizar en laboratorio la energía gravitacional de una pendiente de tan sólo 4 mm/Km? ¿Cómo harían para incluir la energía del sol en sus modelizaciones? ¿Cómo harían para encender el proceso convectivo? ¿Cómo harían para sostenerlo? Hoy es imposible. En escala real y en Natura misma, caben sin embargo, interesantes apreciaciones; tanto en escala macro, como en micro.

Tenemos por caso, el Paraná con 100 m de desnivel en sus 2.000 Km promediando su pendiente máxima en aprox 5 cm /Km y de ello resultando una velocidad de salida de aprox. 1,3 nudos/hora. El Amazonas en tanto, con 200 m de desnivel a lo largo de sus últimos 6700 Km, promedia su pendiente máxima por debajo de los 3 cm/km y sin embargo sale al océano con una velocidad de 4 nudos/hora. Tres veces más que el Paraná. En sus últimos 2000 Km el Amazonas no supera los 2 mm/Km.

Aunque se rompan la cabeza y acaben con todas las aspirinas de Bayer tras dar vueltas sus modelos a diestra y siniestra, nunca alcanzarían a relacionar receta más simple que mirar las calorías por cm2 que absorbendel sol los suelos y esteros en Manaos y tras compararlas con las del recorrido promedio del Paraná, pasarlas por nuevas matrices de cálculo de eficiencias y variables de energías convectivas que les facilite resistirse al vicio de querer asegurar por vía de modelación matemática de energías gravitacionales lo que es por completo desconocido a sus catecismos.

El tsunami de Japón es una gota de agua al lado de la dimensión inefable que trae esta nueva cosmovisión dejando a la mecánica de fluidos aislada en imágenes de montañas, huevos rotos y caídas de manzanas de las que nunca debió salir.

Siendo ellos los que alguna vez me hicieron reconocer el nombre que habían puesto a estas energías en la forma de flujos “turbulentos”, verticales y transversales. Nombres que en termodinámica de sistemas naturales olárquicos abiertos se traducen por flujos convectivosinternos naturales positivos y flujos convectivos externos naturales negativos. Por cierto, modelar flujos “laminares” y jugar con las variables ya muy experimentadas en sus modelos, no es receta fácil de cambiar para modelar “turbulentos”. Ver estos primeros dilemas por

http://www.alestuariodelplata.com.ar/fondo3b.html

El problema de fondo es mucho mayor; pues no se trata si de unos o de otros, sino de salir de catecismos mecánicos y pasar a fenomenologías termodinámicas fundantes de reconocimienots de olarquías, que aun no ofrecen, por las escalas que generan sus imprescindibles enlaces, facilidad alguna para modelizar.

Así estamos con un abismo de por medio que tiene todos los planes de “saneamiento” metidos en el lodazal mecánico catecuménico que no imagino se resuelva con un concilio apostolar de las iglesias de Bacon, Newton y Descartes

Una vez más reitero: los encargados del PISA MR, después de 6 años recién ahora están en condiciones de confesar que no saben cómo identificar el pasivo ambiental que tienen frente a sus ojos; pues las 10 modelaciones matemáticas realizadas por Jorge Bolt sólo les conducen a pedacitos de un rompecabezas que nunca nadie acertó a explicar cómo alguna vez pretendió funcionar.

Esto es, aún no se animan a firmar el certificado de defunción de un curso de agua que murió hace 226 años. No saben si lo que tienen enfrente es un río o una cuenca endorreica, porque a pesar de tener la boca abierta, el agua por allí entra, pero no sale y en adición, todos los sedimentos precipitan en su boca.

El problema no es la distinta visión de este hortelano cuyo burro no cesa de rebuznar. El problema son sus ojos mecánicos. Que da lo mismo si fueran termodinámicos, porque también a esta ciencia la han estudiado de a pedacitos en cajitas cerradas con una tapa para echar combustible y no es así como transfieren eternamente sus energías los procesos olárquicos.

Me gustaría pasar horas escribiendo sobre estos temas pero me temo que es más sencillo para quien los aprecie, encontrarlos en las abundantes páginas que sin cesar vengo subiendo a la web con ricos bancos de imágenes y apropiadas explicaciones. Ver

http://www.alestuariodelplata.com.ar/convec2.html

http://www.alestuariodelplata.com.ar/pendientes.html y 5 html siguientes

Si extrapolar analogías es “crear” en términos físicos, ya estamos derivando al común denominadorde certezas que nada tienen que ver con Fusis cuántica alguna.

Por más que les pese a Newton y a Descartes, una línea no es una sucesión de puntos, sino una amorosa dependencia de enlaces. Alflora Montiel Vivero

 

XI . Planteo del caso federal

Para el hipotético caso de que V.E. no hicieran lugar a la acción que se interpone, hago saber que plantearé el caso federal de conformidad con lo establecido por los Art. 28, 31, 41, 75 inc. 22 de la C.N., en un todo de conformidad con lo previsto por los Art. 14 y 15 de la Ley Nº 48.

La inconstitucionalidad de estas voces cuya declaración por parte de V.E. aquí se solicita apunta a los respetos de los art 41 y 43 de CN; art 28º de la CP; art 2577, 2340 inc 3º, 2572, 2579, 2651, 2642 y 2634, 2638, 2644 y 2648 del Código Civil con los debidos soportes de hidrología (dominialidad, terraplenes y otros desvíos); Arts 7º al 21º de la ley 25675; art 5º de la ley 25688 (hidrogeología); a normas de carácter nacional arts 4º, 6º, 8º, 11 a 13 y 19 a 21 de la ley 25675, a disposiciones locales art. 2º, 3º, 5º, 12º, 18º (este 18º fue corregido por el 20º de la ley 25675), 20º, 23º inc a) y b), 39º y en especial al Anexo II, Punto I, par 7º y 8º de la ley11723; al art 59 de la ley 8912, a los art 3º y 5º del decreto 11368/61, al art 4º de la ley 6253, a los arts. 2º, 3º inc c y 5º de la ley 6254, art 101 de los dec 1359 y 1549, regl. ley 8912 y art 18 ley 12257. Al art 9º de la ley 13569

Solicito a V.E. un pronunciamiento expreso sobre la cuestión planteada.

 

XII . Planteo del caso ante la Comisión Interamericana

También formulo esta salvedad para el supuesto que no se declare la inconstitucionalidad de las siguientes voces que define el Glosario: cuenca hídrica superficial, recurso hídrico, recurso natural, restaurar y art 39 de la ley 11723, que confirmarían la voluntad de continuar encubriendo los vicios que cargan las dominialidades privadas y éstas, ocupadas en obrar prohibidos “saneamientos” para soslayar, tanto las dominialidades públicas, como las vulnerabilidades que transfieren a Natura y a terceros; violentando la cláusula de progresividad reconocida en el tratado descripto, y la Constitución Nacional en cuanto otorga a sus habitantes el derecho a gozar de un ambiente sano, y a preservarlo; porque ese derecho, adquirido a uso y goce y disfrute de un bien reservado por la naturaleza y para la naturaleza, excede el marco de la esfera de voluntad de quienes legislan. No pueden privar tanto al ambiente como a los que han sido destacados para mantenerlo y preservarlo, de ese derecho. La colisión jurídica es patente, gravosa e ilegal y de ahí que la justicia internacional también esté involucrada.

Por ello, a todo evento hago saber que plantearé el conflicto normativo a la COMISION INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. (Ley 23054)

Al respecto hago saber que el Tribunal Interamericano ha establecido que “el control de convencionalidad que por la magistratura local debe ejercerse de oficio”. (Caso Trabajadores Cesados del Congreso vs. Perú- Sentencia sobre Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, 24 de noviembre de 2006 Serie C Nº 158 párrafo 128) dijo:

“Los órganos del Poder Judicial deben ejercer no sólo un control de constitucionalidad sino también de convencionalidad ex officio entre las normas internas y la Convención Americana, evidentemente en el marco de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales correspondientes”.

Solicito a V.E. una expresa decisión sobre el control de convencionalidad.

 

XIII . Anexo

De facticidades y axiologías reducidas al polvo del absurdo en aprecios administrativos, legislativos, judiciales y científicos.

Una edición de esta nueva presentación, y muy ilustrada, ya se alcanza por http://www.hidroensc.com.ar/incorte60.html

 

XIV . Agradecimientos

Agradezco a V.E. el haber expresado hace 5 años una valoración de las dificultades inherentes a mucho más tímidas materias, haberme invitado a participar en ellas y así estimulado mi labor personal en aprecios comunitarios.

A mis Musas debo todo el resto. A Estela la pluma. La mirada, al Capital de Gracias de Alflora contenido en Natura, amasado en desconsuelos.

XV . PETITORIO

Tras apreciar los contenidos definidos para la voz “ecosistema” fundados como Sistema relativamente estable en el tiempo y termodinámicamente abierto en cuanto a la entrada y salida de sustancias y energía. Este sistema tiene una entrada … energía solar

1 . Solicito a VE declaren en el glosario de la ley 11723 la inconstitucionalidad del concepto: cuenca hídrica superficial, pues como simple pleonasmo no define nada en particular que diferencie y califique las energías de las cuencas provinciales. Siendo que los 4 aprecios a sus energías : escurren, afluyen, drenan y desaguan velan las manifestaciones de las que convectan; y estas, las que cargan calamidades en nuestra provincia, que nadie atina a identificar.

2 . Solicito a VE declaren asimismo la inconstitucionalidad de la palabra “Naturales” en el concepto: RECURSOS NATURALES: Totalidad de las materias primas y de los medios de producción aprovechable en la actividad económica del hombre y procedentes de la naturaleza; pues siempre han perdido su condición natural al pasar a la esfera del hombre y es inútil pretender justicia ambiental que apunte a preservar para futuras generacionesy ajeno por completo al fin a preservar la vida en su sentido más amplio. El sentido más amplio viene definido por el concepto de ecosistema.

Sincerar “recursos del hombre”, de “recursos de Natura”, es lo que cabe.

Sin este sincerar es imposible acercar mención a las generaciones futuras.

3 . Solicito a VE declaren la inconstitucionalidad del concepto: Recursos hídricos pues en términos ecosistémicos no significan nada. Al hombre se le escapa que el concepto de energías de entrada y de salida en sistemas abiertos apunta tanto a las materias agua y sedimento, como a sus energías. Sin esta visión cuántica nunca integraremos cuidado alguno de ningún agua, de ningún sistema, de ningún recurso. Necesitamos al menos diferenciar aguas convectivas, de aguas gravitacionales, para hacernos cargo de ellas con responsabilidad que hasta hoy no es apreciada y por ello cargamos los abismos que tan sólo reflejan estas causas.

4 . Solicito a VE declaren la inconstitucionalidad del concepto: RESTAURAR: Restablecimiento de las propiedades originales de un ecosistema o hábitat en cuanto a estructura comunitaria, complemento natural de las especies y cumplimiento de sus funciones naturales.

Pues quien ha cortado los vínculos olárquicos que hacen a los “ecosistemas” fundados en aprecios ligados de materia y energía unidos, nada tiene para compatibilizar con lo que sigue en esta redacción.

5 . Solicito a VE declaren en el art 39º, inc b) de la ley 11723 la inconstitucionalidad de la expresión de los sistemas hidráulicos y; quedando este inc así: b) Tratamiento integral del ciclo hidrológico.

Esta es la respuesta que pondrá a la ciencia hidráulica a trabajar en función ecosistémica. Recordando estos duros aprecios de Marc Sagoff:

La ecología de los ecosistemas debe superar cuatro obstáculos conceptuales antes de que pueda considerarse parte exitosa de la ciencia ecológica:

· debe proporcionar una definición del concepto de "ecosistema" que permita delimitar de forma inequívoca los ecosistemas, clasificar los diferentes tipos de ecosistemas, y seguir los cambios en el estado de un ecosistema;

· debe identificar los criterios para la determinación de teorías y modelos de ecosistemas, y aplicar estos criterios en la investigación de los ecosistemas;

· debe proporcionar una explicación plausible de las causas de la estructura del ecosistema y la organización ;

· debe ser eficaz para ayudar a resolver los urgentes problemas ambientales.

La ecología de ecosistemas falla en los cuatro cargos . Mark Sagoff

5 .disponiendo V.E. el traslado de esta demanda al Asesor Gral de Gobierno.

Perseverando durante 15 años en velar por el sentido y valor de estas Gestiones, Procesos, Procedimientos y Definiciones, hacemos nuestro aporte al Control de constitucionalidad, tanto en los principios de legalidad, como de razonabilidad, que aguardamos sean compartidos en los aprecios de V.E.

 

Francisco Javier de Amorrortu

 

Ignacio Sancho Arabehety

CALP T 40 F 240